Es fácil estar al lado del camino, mirando lo que sucede y sin tomar partido.
Obama, el nuevo presidente de EEUU, y todo su optimismo, han empezado a jugar.
Su programa de estímulos de la economía y los planes de intervención bancaria, van encaminados a ofrecer liquidez al sistema (como la gasolina para el coche) a través de ofrecer garantías y comprar activos tóxicos (los que no quiere nadie).
Así intenta mejorar la situación de pánico en la que se encuentra la economía americana y global (lo que provoca iliquidez), aunque deja al lado del camino la lucha contra las entidades insolventes (bancos varios que precisan una restructuración).
La determinación con la que está actuando, es digna de cualquier persona que enfrenta su realidad y su situación actual, podrá estar equivocado pero no se ha quedado al lado del camino. A veces nos gusta estar al lado del camino, es lo más sencillo, pero nuestros pasos siempre se dirigen hacia algún lugar, ¿cuál es el nuestro?